LA ADICCIÓN AL ALCOHOL Y/O A OTRAS DROGAS
Definitivamente ES UNA ENFERMEDAD porque presenta
síntomas claros y definidos, con cuatro
grandes fases del proceso de la enfermedad,
en donde una serie de síntomas se van
presentando en cada una de las fases, terminando
con la muerte del alcohólico o adicto
si éste no es atendido a tiempo.
Algunos ejemplos de estos síntomas
son:
Presentar olvidos de lo que
la persona hacía mientras estaba intoxicada
(“lagunas mentales”), Mentir para
poder seguir consumiendo, Robar objetos o dinero
de la casa para conseguir alcohol o droga, Justificar
su manera de beber (“yo no amanezco tirado
en las calles, me puedo controlar” o “es
parte de mi trabajo”), Defender el efecto
“positivo” (¿?) de usar drogas
(“me sirven para estudiar o mejorar mis
calificaciones en la escuela”), Usar excusas
irracionales (“nadie me quiere”),
Sentimientos de culpa, Ilusión de grandeza,
Conducta hostil para intimidar y tratar de controlar
a la familia, Períodos de abstinencia
para demostrar que sí puede dejar el
alcohol o las drogas, (“yo puedo dejar
de usar cuando quiera”), Apatía
progresiva hacia otras cosas que no sean el
alcohol y/o las drogas de su preferencia, -
Múltiples resentimientos y temores, Hospitalizaciones
para desintoxicación o desintoxicaciones
caseras, -
Minimizar el efecto (“la marihuana no
hace daño, es un producto natural”,
“la cerveza no contiene tanto alcohol”),
etc.
¿Cómo principia
la gente a tener este problema?
No necesariamente porque tenga
complicados problemas emocionales crónicos
que requieran de tratamiento psiquiátrico.
Aunque hay que reconocer que el hecho de que
una persona tenga serias dificultades afectivas
o de adaptación, esto mismo puede facilitar
el inicio en el consumo pero no necesariamente
es la causa principal de la enfermedad. Las
razones por las que la mayoría se inicia
en el consumo son más sencillas de entender.
A continuación se revisan algunas de
ellas.
Primera Razón: La Curiosidad:
Quizás se trata de la razón más
frecuente, la curiosidad, esto es, el querer
saber qué es lo que se siente al consumirlas
ya que hay tanta información errónea
o distorsionada sobre el alcohol y sobre las
drogas y también existe tanta desinformación
que algunas personas, especialmente adolescentes
(hombres y mujeres) desean saber qué
les puede pasar si las prueban y aceptan hacerlo
desconociendo tanto los efectos inmediatos como
las consecuencias a corto o mediano plazo (las
consecuencias a largo plazo son pocas y fáciles
de entender: daños irreversibles en la
salud, locura y/o la muerte).
Segunda Razón: La Presión
De Los “Padres”(conocidos o amigos
del barrio).
En ocasiones es muy importante
sentirse aceptado en un grupo de amigos de la
escuela o del barrio y por desgracia en algunas
de esas camarillas o pandillas se ha puesto
de moda el consumir bebidas alcohólicas
sin control alguno o también el ingerir
alguna droga ilegal o algún medicamento
de los que requieren receta médica especial
pero que se consiguen de otras maneras.
Para pertenecer a estos grupos
o para permanecer en ellos hay que hacer lo
que los demás hacen y algunas personas
tienen gran necesidad de pertenencia por lo
que aceptan lo que les pidan aún y cuando
saben que se están arriesgando a sufrir
algunas consecuencias negativas.
A esta presión de los
pares es difícil contrarrestarla con
regaños o “sermones” o señalando
las terribles consecuencias del consumo de drogas.
Existen otras maneras más efectivas.
Tercera Razón: La Necesidad de Imitar
a Otros
Cuando una persona quiere conseguir
su propio y personal estilo de ser y de actuar,
primero trata de imitar a sus semejantes que
admira o que le agrada cómo se comportan
y después adquiere para sí mismo
algo de esos estilos de ser, convirtiéndolos
en parte de su personalidad. Muchas personas
se inician en el abuso del alcohol o de drogas
por imitación, porque han visto que otros
lo hacen y, aparentemente, no les ha pasado
nada malo, al contrario, parece ser que son
exitosos y esto último invita a seguir
su ejemplo.
Este fenómeno, el de
la necesidad de imitar a alguien especial, es
algo natural que está presente en algunas
etapas de la vida, sobre todo durante la pubertad
y la adolescencia. El problema reside en el
hecho de querer imitar a alguien que consume
alcohol o droga.
Hay que señalar que
la mayoría de los adictos al alcohol
o a las drogas se inició consumiendo
bebidas con contenido alcohólico durante
su pubertad o adolescencia y bajo la “autorización”
o invitación de alguien de mayor edad
(familiar o amigo de la familia) al que le pareció
que ya era oportuno que la persona inexperta
aprendiera a sentir lo que sucede cuando se
consume alcohol.
A nuestras sociedades altamente
tecnificadas y “civilizadas” les
parece normal el hecho de que un adolescente
demuestre que ya es hombre consumiendo fuertes
cantidades de bebidas alcohólicas.
Cuarta Razón: Alivio de Dolencias: Por
el efecto obtenido (alivio o disminución
del dolor físico o emocional,
evitar el cansancio, el hambre
o las tensiones) prescrito por algún
médico durante un tiempo limitado y que
la persona usuaria en cuestión decide
continuar con el uso bajo su propio riesgo.
En muchas ocasiones estos medicamentos se obtienen
en el “mercado negro” o también
utilizando falsos recetarios.
Razones con conocimiento de
causa Existen otras razones por las cuales una
persona relativamente sana que tiene alguna
experiencia con los efectos de las drogas o
el alcohol se convierte en un adicto. Entre
estas tenemos las siguientes:
a) Vinculadas al Sexo
- Por mandato de la Pareja:
si la pareja consume él o ella también
lo hace para complacerle y disfrutar juntos.
Dura algún tiempo hasta que uno de los
dos enferma y opta por los momentos solitarios
de consumo. La unión se rompe, la familia
desaparece.
- Optimización del placer:
la pareja de común acuerdo buscan nuevos
caminos para el placer mutuo hasta que caen
enfermos; destruyen el hogar y la familia.
- Desinhibición de la
tendencia: muchas personas con tendencias homosexuales
ocultas utilizan la droga para escapar de los
controles de su propio Yo y dar rienda suelta
a sus tendencias sexuales y perversidades. Es
una situación grave sumamente destructiva
que lleva al adicto a la doble personalidad
ambas enfermas. En la mayoría de los
casos termina con el suicidio o el contagio
de una enfermedad terminal.
b) Vinculadas al Trabajo
Activación Cerebral:
la persona desarrolla un trabajo intelectual
intenso y recurre a las drogas para activar
a su mayor potencia el cerebro y sus funciones
como la imaginación y la creatividad.
Las neuronas se destruyen, el sujeto enferma
y sus juicios terminan siendo no válidos
aún cuando él está seguro
que si lo son. Constituyen un peligro social
y deben ser eliminados de cualquier responsabilidad
ante la sociedad. Para alcanzar ese equilibrio
convirtiéndose en un adicto aún
mas desadaptado socialmente.
- Posesión Demoníaca:
la persona consume con frecuencia drogas debilitando
sus defensas espirituales y mentales. Termina
poseído por espíritus malignos
que lo llevan a realizar acciones “solicitadas”
o “requeridas” por el espíritu
poseso que siempre solicita drogas. Ataca a
todos los adictos y su diagnóstico es
muy difícil siendo detectado normalmente
cuando la ciencia médica fracasa. Es
muy peligroso pues el individuo lleva a su hogar
al espíritu poseso con su sequito infernal
contaminando a sus familiares.
Nota: si usted, amigo lector,
conoce algunas otras razones por las que cada
día más y más personas
caen derrotados por el alcohol o las drogas,
escríbanos y cuéntenos su experiencia
y lo daremos a conocer a los lectores de nuestro
periódico en esta columna. Ellos y nosotros
se lo agradeceremos.
José L. Allende
Posibilitan
prever muerte súbita por ataque
cardíaco
Aquellos pacientes cuyo pulso
es demasiado rápido cuando están
descansando y demasiado lento cuando hacen ejercicios
tienen más posibilidades de morir de
un paro cardíaco súbito que aquellos
cuyas pulsaciones se producen en sentido inverso,
según un estudio de científicos
franceses.
La
investigación, que se considera la primera
acerca de ese tipo de muerte súbita en
personas saludables, se limitó a someter
a los sujetos a simples pruebas de ejercicio
sobre estera (stress tests) como las que se
aplican con frecuencia a los pacientes cardíacos.
Los expertos dijeron que el
resultado de las pruebas no significa que la
gente saludable deba someterse a pruebas rutinarias
de ejercicio, pero agregaron que cuando los
pacientes cardíacos sean sometidos a
las pruebas, los médicos deben estudiar
el ritmo de las pulsaciones para determinar
si hay problemas cardíacos y no solamente
buscar arterias bloqueadas como se hace mayormente
ahora.
“Sabemos que hay gente
que puede caer fulminada en cualquier momento”,
dijo el doctor Michael S. Lauer, cardiólogo
de la Clínica de Cleveland que no estuvo
involucrado en el estudio, pero que también
realiza pruebas de ejercicios y examina a sus
pacientes a largo plazo.
Si bien no hay prueba alguna
de que una intervención pronta impida
las muertes prematuras de esas personas, “yo
arreglaría absolutamente todo lo que
pueda arreglarse” a base de tratamientos
médicos, agregó.
Ello incluiría administrar
a los pacientes medicinas tales como la aspirina
y drogas para el control de la presión
arterial y el colesterol, y recomendarles un
programa de ejercicios para fortalecer el músculo
cardíaco. El estudio más reciente,
que aparece en la revista New England Journal
of Medicine en su edición del jueves,
halló que el peligro de muerte súbita
es cuatro veces mayor que lo normal en aquellos
individuos cuyas pulsaciones son rápidas
cuando están descansando y no lo suficientemente
rápidas cuando hacen ejercicios.
La muerte súbita es
el doble de lo normal en individuos cuyo corazón
no redujo lo suficiente sus latidos al concluir
las pruebas de ejercicios físicos. Los
resultados del estudio son similares a los obtenidos
previamente con pacientes cardíacos.
En la internet: New England
Journal of Medicine: http://www.nejm.org
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