MALDITA LADRONA
PORQUÉ PORQUÉ PORQUÉ!
Es la lamentable pregunta que medio mundo constantemente se hace, pero casi nadie se analiza así mismo para descubrir y aceptar que todo, absolutamente todo es culpa nuestra, por el pésimo ejemplo que damos a nuestros hijos, el mundo está como está. Hoy quiero hablar del nacimiento y crecimiento de la ladrona más grande que se haya visto jamás. Ella supera a los asaltantes más destacados, debido a que supo robar la joya más valiosa que existe en este planeta. Esa que sólo se regala a quién realmente merece tenerla. Es la joya de un incalculable valor que normalmente obsequiamos a nuestra familia y amigos. Pero desde la aparición de LA INTRUSA, dicha joya desapareció como por arte de magia, hoy el mundo carece de ella, en su lugar solo existe un desastre total compuesto por guerras, terremotos, huracanes, tornados, tsunamis, terrorismo al extremo, y el hambre que cada vez es más a nivel mundial producido por las causas antes mencionadas. De todo esto y más somos responsables al permitirnos dedicarle la mayor parte del tiempo a la tecnología a quien yo bauticé con el nombre de: MALDITA LADRONA. Sé que algunos se preguntarán: ¿y porqué el título de MALDITA LADRONA?, Créanme, fue muy fácil ponerle dicho nombre, porque son ustedes mismos quienes la maldicen, pero eso sí, hasta que es demasiado tarde.
A continuación, Varios ejemplos: Erlinda, de origen guatemalteco fue a la playa con su hija Karla, lo primero que hizo fue: sentarse en la arena a responder mensajes en su celular y no se enteró cuando la pequeña de 10 años de edad fue arrastrada por una ola, cuando por fin logró desprenderse de dicho aparato; era demasiado tarde, su hija ya no existía más. Comenzó a gritar desesperadamente y maldecía una y otra vez a las amistades con quienes ella estuvo mensajeando. ¡Que culpa tenían ellos! ¿cierto? Aquí la única responsable era ella, nadie más. Su final fue aterrador, se desnudó por completo, arrojó el celular lanzándose al mar dispuesta a ahogarse; pues la vida sin su hija, no tenía sentido. Obviamente los salvavidas que ahí se encontraban la salvaron a tiempo, han pasado los años y Erlinda jamás volvió a ser la misma. Para su desgracia Karla era hija única.
En otra ocasión Julissa, originaria de Colombia; presumía de ser una madre moderna y jamás molestaba a su hija con preguntas acerca de: con quien pasaba tanto tiempo en la computadora, quienes eran sus amigos, o porque siempre permanecía encerrada con llave etc. hasta que una día fue sorprendida por la triste y lamentable noticia: Mariana su más preciado tesoro quien estaba próxima a convertirse en quinceañera, fue presa fácil para los secuestradores debido a una publicación que hizo en Facebook anunciando que sus padres le celebrarían en uno de los salones más lujoso de Bogotá y que disponían exactamente de cien mil dólares que sus familiares de EE.UU. les habían enviado exclusivamente para su fiesta de cumpleaños; lo más triste de este caso fue: Los cien mil dólares americanos jamás existieron, y los familiares en EE.UU. menos. Mariana era una niña fresa que siempre presumía de lo que no tenía, pero eso nadie lo sabía excepto su madre que con mucho esfuerzo y sacrificio le pagaba un colegio de clase media, su madre era la amante de un policía casado y extremadamente tacaño que ni el apellido quiso darle a la niña. Los secuestradores comenzaron a llamar exigiendo exactamente la suma anunciada por la quinceañera, advirtiendo no dar aviso a la policía o en caso contrario Mariana moriría. La angustia de aquella madre crecía sin saber que hacer o a quien acudir; recorrió todas las calles de la ciudad narrando su tragedia y recaudando fondos, fue bendecida: en el camino encontró personas que anteriormente fueron víctimas del mismo dolor, y compadeciéndose de ella le donaron fuertes cantidades. No obstante era difícil reunir cien mil dólares, únicamente logró fue: cincuenta mil. Los secuestradores hicieron la última llamada diciendo: Señora, el plazo venció; ¿tiene usted el dinero?, y ella respondió: ¡No! con demasiado sacrificio y colaboración de los habitantes de esta ciudad, logré conseguir la mitad, por favor ¡tengan piedad! exclamó Julissa. Está bien, que conste que usted así lo quiso, respondieron los delincuentes. La madre invadida por la incertidumbre y desesperación, no prestó atención al significado de dichas palabras. Posteriormente acordaron el día, hora y lugar donde realizarían el intercambio. Las instrucciones fueron las siguientes: primero ella debía colocar el dinero en el lugar indicado, retornar a su casa y esperar la llegada de su hija. No había alternativa, a Julissa quien se encontraba entre la espada y la pared, no le quedaba más remedio que confiar en Dios y la palabra de los villanos. Transcurrieron tres horas que para la madre fueron una eternidad, las agujas del reloj parecían estar paralizadas, hasta que por fin el timbre de su casa sonó, ella se alegró y corrió, muy segura de volver a abrazar a su pequeña, pero lamentablemente en esta vida no siempre recibimos lo que esperamos. No se trataba de su hija viva, pero sí de la mitad del cadáver con una nota roja que decía: Señora, debido a que usted solo nos entregó la mitad de la suma acordada, nosotros también aquí le entregamos la mitad de su hija, si desea recuperar la otra mitad del cuerpo consiga el resto de la plata y nosotros volveremos a contactarla.
Triste final para esta madre que pagó el precio de la negligencia al confiar en una adolescente. De Rudy Montes, el padre de Mariana, Julissa no recibió ni el más mínimo apoyo, pues ellas permanecían siempre en el anonimato para que su esposa legítima no se enterase de su existencia. Solo un hombre sin alma como éste fue capaz de brillar por su ausencia ante semejante tragedia. Para él era más importante evitar el escándalo sobre su infidelidad que asumir ante su familia legítima que tenía una hija oculta. No asistió al funeral, su frialdad no tiene límite. Esta clase de hombre no debería existir. Casos como estos son cientos de miles, no alcanzaría este espacio para publicarlos.
Nada es lo que parece, el mundo entero celebra la llegada de la tecnología, debido a que todo es más fácil, moderno y novedoso. Pocos son los que analizan la cantidad de cosas que hoy día son difíciles de encontrar desde que comenzamos a vivir en un mundo cibernético. Ejemplo: un novio físico, actualmente la gente se mata buscando pareja por internet, habiendo tantas personas cerca. Pero el problema es que no las ven, porque en esta época cibernética ya nadie ve a alguien, la gente tiene la mirada y las manos pegadas al celular. Es tan difícil encontrar con quien conversar, y si encuentras, esa persona difícilmente te mira, porque no dejan el celular ni para ir al baño. Es tan triste escuchar en las noticias que algunas madres mataron a sus hijos cuando preparaban el desayuno, y todo, porque cuando van a hacer sus necesidades el aparato se llena de bacterias; anteriormente las mujeres usaban bolsas de mano como accesorio para adornar los vestidos de fiesta, hoy día en su lugar se les ve con el celular en la mano hasta cuando están bailando. La mayoría de la gente no logra prescindir del celular ni para comer o bañarse. He observado cuando voy a restaurantes y la gente deja enfriar la comida por estar testeando. En los autobuses, trenes, barcos, aviones, no se ven, mucho menos conversan. Las personas que caminan como deporte son presa fácil para los secuestradores, por lo mismo que van distraídas con el celular.
Que fácil es maldecir y culpar a la tecnología por nuestra desgracia, en vez de reconocer que somos nosotros quienes no la sabemos manejar. Precisamente ahora que vivimos más cómodos es cuando más tiempo deberíamos dedicar a nuestra familia y amigos. La tecnología no es la maldita ladrona, todo lo contrario, ella llegó para facilitarnos y hacernos la vida más placentera. Somos nosotros mismos quienes robamos la joya más valiosa llamada tiempo, el tiempo que por ley divina le corresponde a nuestros seres queridos.
Mis amados lectores millones de gracias por formar parte de la gran familia del Superior, espero difundan esta historia para tratar de salvar vidas y evitar sufrir en carne propia una amarga experiencia como le ocurre con frecuencia a muchas familias en la actualidad. Continúen enviando sus comentarios a: www.elsuperior.com o angelicamata2000@hotmail.com será un enorme placer responder y agradecer su fina atención. Les espero en mi próxima edición, con otro interesante relato, y no olviden que en Historias Reales, ustedes, son los protagonistas.
10/15/2017